Estructura:
Las vías aéreas forman un conducto a través del cual el aire transportado hacia los pulmones. La pared del tracto respiratorio, de manera general, está constituida por cuatro capas de tejido cuyas características varían en sus distintos tramos. Desde la capa que recubre el lumen hacia el exterior estas son: epitelio, submucosa, capa musculas y cartílago.
Corresponde a la parte interior de la nariz. Es una zona rica en vasos sanguíneos y cumple las funciones de calentar, humedecer y filtrar el aire inspirado. La cavidad nasal también es responsable del sentido del olfato.
1.2 Faringe
Se encuentra detrás de la cavidad nasal y de la cavidad oral; se conoce comúnmente como garganta. La faringe es una vía de transporte común para el sistema respiratorio y digestivo. Su función es conducir el aire desde la cavidad nasal hacia la laringe.
1.3 Laringe
Se encuentra a continuación de la faringe, conectándola con la tráquea. En la laringe se encuentran las cuerdas vocales, cuya vibración produce el sonido de nuestra voz.
1.4 Tráquea
Es un conducto ubicado delante del esófago y conduce el aire desde la laringe hacia los bronquios. La pared de la tráquea presenta anillos semicirculares cartilaginosos que le otorgan rigidez,
1.5 Bronquios
Son dos conductos que se forman a partir de la bifurcación de la tráquea. Cada bronquio se dirige hacia el pulmón, donde vuelven a dividirse en conductos más pequeños llamados bronquios secundarios, los cuales ingresan a los pulmones y continúan ramificándose hasta formar los bronquiolos. Los bronquiolos terminan en pequeños sacos membranosos, llamados alvéolos,
estructuras especializadas en el intercambio gaseoso.
1.6 Alvéolos
Son pequeños sacos membranosos que el agruparse forman estructuras denominadas sacos alveolares. Cada alvéolo está formado por una sola capa de células epiteliales y rodeado de una red capilar que proviene de la arteria y que drena hacia la vena pulmonar. La región alveolar es la zona del sistema respiratorio donde ocurre el intercambio gaseosos.
1.7 Pulmones
Son dos órganos de forma semicónica, de aspecto esponjoso y color rojizo, que se encuentran ubicados dentro de la cavidad torácica, separados uno del otro por el corazón. Cada pulmón se divide en lóbulos, el pulmón derecho tiene tres lóbulos, mientras que el izquierdo presenta dos. Rodeando los pulmones se encuentran dos capas membranosas llamadas pleuras.
2. En animales:
2.1 Cutánea
Es la que ocurre a través de la piel. En este caso, cerca de la piel hay numerosos vasos sanguíneos que captan el oxígeno y eliminan el dióxido de carbono. Este tipo de respiración requiere una piel fina y permeable a los gases, que ha de estar constantemente humedecida. La respiración sólo resulta eficaz en animales que viven en ambientes muy húmedos o acuáticos, como los anélidos.
2.2 Branquial
Es el mecanismo más general de respiración en los animales acuáticos. Las branquias son órganos con paredes muy delgadas que, por el exterior, están en contacto con el agua, y por el interior, con multitud de capilares, que son los que realizan el intercambio: toman el oxígeno disuelto en el agua y ceden el dióxido de carbono.
2.3 Traqueal
Es el tipo de respiración que presentan los insectos. Las tráqueas son unos tubos que se abren al exterior por unos orificios denominados estigmas. Desde ellos penetran hacia el interior y disminuyen de diámetro, al tiempo que sus paredes se hacen más delgadas.
2.4 Pulmonar
El aire penetra en ellos desde la boca o la nariz por un sistema de tubos. Dentro de los pulmones, el aire y la sangre intercambian el oxígeno y el dióxido de carbono. La sangre capta el oxígeno del aire y cede el dióxido de carbono. Los seres humanos respiramos mediante unos órganos que se llaman pulmones. Los mamíferos, las aves, los reptiles y muchos anfibios que también los utilizan para respirar. En general, los pulmones son una especie de sacos a los que llegan muchos vasos sanguíneos.